domingo, 20 de diciembre de 2009

Le preguntó qué pasaba como si pudiera importarle. Como si no viera la ceniza en su cara, el cartel publicitario, la mengua en sus huesos. Le preguntó qué pasaba y se quedó mirando para darle tiempo. Esperó. Encendió un pitillo y se frotó las manos.

- No me iré de aquí sin saberlo.

Y sin saberlo acalló el cartel, limpió la ceniza, arropó su cuerpo.





Déjame esta noche soñar contigo
déjame imaginarme en tus labios los míos
déjame que me crea que te vuelvo loca
déjame que yo sea quien te quite la ropa.

Déjame que mis manos rocen las tuyas
déjame que te tome por la cintura
déjame que te espere aunque no vuelvas
déjame que te deje tenerme pena.

Si algún día diera con la manera de hacerte mía
siempre yo te amaría como si fuera siempre ese día.
Qué bonito sería jugarse la vida, probar tu veneno.
Qué bonito sería arrojar al suelo la copa vacía.

Déjame presumir de tí un poquito
que mi piel sea el forro de tu vestido
déjame que te coma sólo con los ojos
con lo que me provocas yo me conformo.

Déjame esta noche soñar, soñar contigo.


(Toni Zenet, Soñar contigo)

domingo, 29 de noviembre de 2009



Quiero volver sin haberme ido. Besar los charcos ahogados de luces. Apagar las luces que arriba deberían
verse.

Y sin embargo nada.

Si tal vez, como en un juego, tú
sin azar
sin rencor ni adversario
sin este bautismo diario que entregas y no sabes dónde
quedó, y como en un juego
me robaras la mano, la ley, la partida
las ambiciones pequeñas
y los mitos
las ansias con las que a veces olvido que arriba
siguen faltando esas luces, puede
que a cambio volviera
(qué decir de quedarme)
déjame
verte el rincón despiadado.
Quédate sin piedad.

Habla.

jueves, 20 de agosto de 2009


Matemos sin más el idioma, arrodillados
verbo inútil huído
cruel absurdo mellado
y busquemos
la muda y ajena cercanía
un beso,
lo crudo
de una imposible certeza.


sábado, 4 de julio de 2009

Y por fin páginas

Mucho ha pasado desde aquel miércoles de octubre en el café Galdós. Había mucho ruido y pocas caras conocidas. Creo que no me equivoco si digo que ninguno de los que allí nos reunimos pensábamos que un barco zarpaba con nosotros dentro, pero lo hizo.
En su viaje aquellas caras se volvieron amigos.
Y las palabras, cuentos.
Y los cuentos, un libro:




Por ello, el próximo 11 de julio, a las 20.00h, queremos compartirlo contigo e invitarte a un vino en El Ladrón de Tinta (C/ Noviciado, 2). Leeremos textos, reiremos y nos iremos de bares. Brindaremos tantas veces como sea necesario y porque sí.
Como los marineros de fiesta.

martes, 9 de junio de 2009



No te hables de malezas crecidas
que no mueren
la caridad vuelve a un regazo vacío
y no importa
y si quieres

te muerdo el fruto más viejo
trago agujeros
ciegos
y hambrientos
para que en las raíces de mi estómago
trates de distinguir
entre huesos y delfines

y no puedas.


sábado, 18 de abril de 2009



Quiero cerrar los ojos y escuchar cómo llueve. Pensar que ahí fuera, donde el mundo, está llegando el mar que prometiste.


El que algún día.

Quiero ampararme en las cosas que ya no dependen. Dormir la tristeza necesaria. No volver a mencionarme.

Quedarme.

Dejar que se nos lleve el agua.

Dejar que se nos lleve.

El agua.

Y su maldita quimera.

sábado, 11 de abril de 2009




Las piedras callan y son de cemento
la ciudad desvaría
la piel de mis manos resecas al hueso
y la vida nadie sabe: fumo

rachas de frío sobre las flores de marzo

y vagamente lagrimeo, tiempo vago
distancias que atrapan la tarde
en cumbres como aquélla

nadie sabe: oigo


latidos que abandonan la tierra, sé vagar
todo piedra

trenzo ausencias poco dolidas
visito palabras que no dije antes.


domingo, 29 de marzo de 2009

Elliot Smith - Alameda.



You walk down Alameda shuffling your deck of trick cards over everyone
like some precious only son
face down, bow to the champion.

You walk down Alameda looking at the cracks in the sidewalk, thinking about your friends
how you maintain all them in a constant set of suspense.

For your own protection, over their affection
nobody broke your heart
you broke your own cos you can't finish what you start.

Walk down Alameda brushing off the nightmares you wish could plague me when I'm awake
so you now see your first mistake was thinking that you could relate.

For one or two minutes she liked you, but the fix is in.

You're all pretention, I never pay attention
nobody broke your heart
you broke your own cos you can't finish what you start.

Nobody broke your heart
you broke your own cos you can't finish what you start.


If you're alone, it must be you that wants to be appart.


(Caminen, amigos,
mientras puedan).


domingo, 15 de febrero de 2009


Y qué hago con el alma

ésta
que se mudó de mí
qué hago con la luna de mi calle
con lo escrito en mi retina qué hago
qué hago
vagando

entre bloques altos como el cuello
que no se deja tocar y con
las llaves de casa
y las del miedo
qué hago con lo vivido en invierno
colgando en las manos
y lo que debe venir y no viene qué hago
si la paz y la lanza
si la ternura y el fuego
si la razón se dispara
y se estrella todita contra este milenio
huérfano de nadie
escarmentado de besos
que no sabe qué hacer consigo
vencido qué hago
con la mitad ajena

o qué
con lo que ya nunca ha sido.

martes, 3 de febrero de 2009

Digamos, por ejemplo
que la noche es una insignia desahuciada
que las paredes retumban
que la sed
no se te enjuaga del pecho
y en ocasiones
lo nubla y pongamos
que tu boca diluvia
pero no siempre
que mi piel es un infierno de espinas
o que la tarde olvidó
partir
o en todo caso
pongamos
cada costra herida sótano
cada animal crecido o danza
tal vez
si no lo digo.


Pongamos que no es necesario.

sábado, 10 de enero de 2009

Tres

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas
compañero del alma, tan temprano.

Miguel Hernández,
Elegía a Ramón Sijé.

Porque tengo huesos y sed
y te debo y me debes cosas
que no existen
ni tienen latido.

Porque los años no curan los versos
los enredan
los inclinan hacia la voz
que guardas en las cenizas sobre la tierra
un árbol
que esconde su piel de gallina
y no se aparta de ti
ni de aquel hortelano
que llora
todavía.

Porque hay hombres que anidan las venas.
Que no se los lleva el aire.

martes, 6 de enero de 2009



Sé que me alejo entre adoquines cilíndricos y estrechos. Lo veo subida a una mole. Lo veo en un picado sobre destellos naranja atornillados a la noche. Camino replicando a la indiferencia con la que apura el frío, a las hojas deshojadas y a los ratones sin gato. Sé que una de cada mil veces puedo pasarme de largo, y estar atenta.

Mientras dure esta eternidad no pensaré que muere por mi mano.

Mientras dure no como recuerdo.

O hasta que se revuelen las notas. Hasta perder la cuenta de palabras seccionadas sobre papel amarillo, delgadas, moviéndose por encima de mi cabeza como un banco de peces voladores amigos de llamar la atención. Persuadirme. Detenerme quizá para agarrarlos ahora que no conjugo ningún cuerpo.

Ahora que volví a escaparme de otro final o de otro comienzo.